Rincon De Las Memorias Perdidas
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Rincon De Las Memorias Perdidas

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 I´m so sick...@.@

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MensajeTema: I´m so sick...@.@   I´m so sick...@.@ Icon_minitimeMar Feb 10, 2009 4:25 am

Los libros de Harry Potter no me pertenece, ni ninguno de sus personajes, estos pertenecen a JK. Rowling, por lo que no los utilizo con fines de lucro, porque si lucrara ya seria al menos una porción de rica de lo que es ella. ^^

Advertencias: Esta historia es Yaoi, por lo que homofóbicos…adiós. Esta historia no está basada 100% en el libro 7 ni en el epilogo, están advertidos ¬.¬

D x H

Eh aquí otra de mis mariguanadas, lo sé esta medio loco pero denle una oportunidad, dejen comentario, reclamos, sugerencias, críticas constructivas (no recibo críticas destructivas), amenazas de muerte, jitomatazos y de mas comentario n.n

Tu y yo ¿Qué?

Era cerca de las 8 am, no sabía en donde estaba, mucho menos que había pasado. Solo estaba seguro de una cosa… todo había sido su culpa. Una lagrima cruzo de sus ojos hasta bajar por completo por su fría mejilla.

Dejo que un sollozo saliera de su garganta, esto no podía estar pasando. ¿Por qué a él? ¿Por qué él? Se preguntaba una y otra vez. No sabía en qué momento había perdido la cordura o la poca que le quedaba. Pero ahora era demasiado tarde. Bajo su mirada metal a sus manos y las vio cubiertas por fluidos de todo tipo. Sus manos estaban cubiertas por rojo y blanco. Sentía en su nariz el olor de la sangre.

Se levanto de donde estaba arrinconado y se dirigió a la puerta del baño. La abrió con cuidado y sin hacer ruido con ella, se introdujo en el pequeño cuarto de baño y empezó a lavarse. No solo las manos estaban cubiertas por distintos líquidos, si no la mayor parte de su cuerpo.

Empezó a limpiarse con cuidado, no recordaba nada. Un leve dolor de cabeza le recordó al menos, que había tomado de más. Se llevo de nuevo una mano a la cabeza sentía que esta le iba a explotar de un momento a otro. Dio una arcada y desecho todo lo que tenía en el estomago. El sabor amargo de la bilis le quedo impregnada en la boca.

Salió del baño y se dirigió de nuevo a la cama. Lo que vio le dejo impactado. Sobre una cama enorme había un tipo el cual en su vida había visto y no solo eso. También estaba una chica a la cual le había parecido ver en alguna ocasión en el colegio. Su cara se contorsiono de confusión. ¿Qué había hecho? Busco con desesperación su ropa. Cuando la encontró salió del lugar corriendo. ¿El se había acostado con un hombre y con una mujer? ¿Y a todo esto como había terminado en la cama con eso dos? ¿Por qué le dolía el trasero? Ante la sola idea de haberse acostado con un hombre le hacía dar de nuevo arcadas, lo malo del asunto estaba en que no conocía al chico y lo peor era que…era hombre.

Iba por los pasillos a toda velocidad tanto que no se dio cuenta que muchos lo miraban asombrados. Pasó por un enorme ventanal y ahí fue cuando lo vio. Su aspecto estaba horrible. Tenía grandes ojeras en los ojos, estos estaban un poco rojos, su boca estaba hinchada, tenía una enorme mordida en el cuello, la cual se había inflamado y puesto de color morada. Su cabello estaba hecho un caos, su nariz le estaba sangrando, cosa que sucedía cuando estaba muy nervioso, y para rematar olía a destilería. En definitiva ese no era su día. Lo que no sabía es que podía empeorar.

Después de dejar atrás su imagen camino tan rápido y tan absorto en sus cavilaciones que choco de lleno con alguien, cayendo al suelo estrepitosamente. Cayó de espaldas por lo que le hizo recordar algo de lo que venía pensando….Le dolía el trasero. Dejo escapar un gemido de dolor, se recostó en el suelo frio y entonces vio a alguien por demás conocido.

-¿Estás bien Draco?-pregunto indiferente el adulto frente a él.

-Si-respondió secamente el rubio. El adulto lo miro con su hipnotizante mirada gris. Y así comenzó una batalla gris contra gris. Hasta que el menor se aburrió y siguió su camino.

Su vida había dado un giro importante en los últimos meses. Exactamente después del término de la guerra contra el que no debe ser nombrado. Ya que después de esta las cosas para él más que mejorar…habían empeorado.

Nunca pensó que su vida estuviera por demás destrozada. Durante la guerra contra Voldemort habían muerto centenares de gente. Entre ellas Pansy, Crabbe y Zabinni, ellos eran lo más cercano a considerar amigos, sobre todo Crabbe. Con ellos era con los únicos que había mostrado un poco de humanidad y de cierta forma cariño. Pero ya no estaban y debía vivir con eso. Después de sus muertes su relación con Goyle se había mermado, ya no se hablaban desde la muerte del otro grandote.

También estaba el hecho que después de unos mese pasada la guerra el ¨grandioso¨ Harry Potter había resucitado a todos los caídos en la guerra mediante un hechizo. Bueno a casi todos, solo había revivido a los que estaban en el bando del vejete. Por lo tanto sus amigos estaban por demás decir que no volvieron. El solo recordarlo hacia que le hirviera la sangre. Y como para poner la cereza en el pastel, su padre estaba recluido en Azkaban…de nuevo.

Esto le había afectado más de lo que debería aparentar. Ya que era considerado traidor por el lado de los seguidores del fallecido Voldemort y era considerado traidor de los que estaban de lado de Harry Potter. En definitiva era un indeseable en todos lados. Sobre todo en su casa Slytherin, por lo que casi no pasaba tiempo ahí.

Los tiempos en Hogwarts eran sin duda los más difíciles, pero en su casa la cosa no parecía mejorar. Ya que su madre siempre estaba al borde del colapso. Primera por la falta de su esposo y el hecho de que dentro de la prisión estaban viejos ¨conocidos¨ que no estaban muy felices con la repentina chispa de bondad de parte de Lucius hacia Harry. Segunda su hermana más cercana Bellatrix estaba muerta, aparte de que esta se había muerto pensando que Narcissa por demás traicionando sus ideales. Eso de cierta forma le entristecía a Cyssa, ya que aunque lo negara, la quería y mucho. Tercera su situación económica había cambiando. No es era que estaban en la banca rota, pero ya no se podía dar lujo que antes se daba.

Si en definitiva su vida estaba hecho tirones ¿Y todo por qué? Ni el mismo lo sabía. Había querido echarle la culpa a Potter, pero sería ser demasiado infantil. ¿A su padre? Tal vez tenía solo la culpa en haberse metido en tantos problemas y de paso meterlo a él, pero no, no tenía toda la culpa. ¿Su madre? Tal vez tenía la culpa por haberse callado tanto tiempo, pero era mínima la culpa. ¿El mismo? No lo sabía, quizás si, por no haberse revelado y no haber luchado por lo que pensaba. En fin hacia un sinfín de culpas, pero ningún culpable completo. Quizás no existiera y solo se estaba haciendo la vida más pesada de lo que ya era.

Respiro profundo y entro a la sala común, en donde ya había ajetreo a esa horas de la mañana. Paso sin prestar atención a nadie y entro en su habitación. No había nadie, ya que había habido muchas bajas de parte de la casa de Slytherin, ¿Por qué? Simple la mayoría se habían aliado con Voldemort. Algunos habían acabado muertos, otros simplemente no volvieron por miedo a represarías. En esa habitación solo estaban Goyle, Nott y él mismo. Los cuales al parecer habían salido temprano.

Se metió a la regadera y dejo que el agua caliente limpiara su cuerpo. Encontró otras marcas nada agradables en su pálida piel. Tenía una herida algo profunda en el antebrazo. Cosa que no le extrañaba, quizás ya ebrio había tratado de cortar la ¨marca¨, la cual ya había desaparecido después de la muerte del que no debe ser nombrado.
Pasaba a menudo cuando dormía, se encontraba con que se había rasgado la piel con sus propias uñas.

Cuando termino de bañarse, se vistió, vendo la herida y bajo a desayunar. Antes de salir de la habitación se miro en el espejo. Traía ropa normal, su cabello, antes cuidadosamente peinado, ahora era llevado con rebeldía, haciendo que varios mechones del mismo quedaran sobre su rostro. Su reflejo le hizo hacer una mueca de desagrado. Tenía ese gesto derrotado, acabado. Eso le molestaba, ya que mallugaba su aun muy herido orgullo.

Su aun muy débil estomago no aguantaba por el momento mayor alimento que un zumo de calabaza. Cuando llego miro el gran comedor, el cual estaba hecho un bullicio de gente. Todos parecían felices, completos ¿entonces porque él no se sentía así?

Se sentó en una silla alejada de sus demás compañeros y tomo su zumo sin menor interrupción. Poso su mirada gris a la mesa de profesores. Ahí estaba Sirius, nuevo profesor de pociones, ya que a su padrino Severus se le había ocurrido retirarse de la enseñanza y hacer otras cosas. Junto a este estaba Lupin, de nuevo como profesor de DCAO, junto a este estaban todos los demás profesores de siempre.

Sus ojos se empezaron a cerrar, tenía mucho sueño. Le dolía la cabeza y el trasero, además de que le dolían bastantes partes de su cuerpo. De pronto todo se quedo en silencio, todos parecían ver algo o alguien. No tenía que ser un genio para saber que la entrada triunfal de trió dorado.

Siempre era igual, bueno antes era peor. Ya que el viejo director hacia que todos se paran y dieran un aplauso a los salvadores del mundo mágico. Bufo molesto. Cosa que no agrado a mucho a algunos alumnos de su casa. Hizo una mueca y siguió bebiendo su zumo con la mayor tranquilidad hasta que uno de sus tantos verdugos le tiro un vaso con leche encima.

-Oops se me callo- dijo burlonamente un chico de cabellos negros y ojos dorados.

-Mira que conveniente ¿Qué te parecería que te tirara un golpe por accidente?-dijo tajante Malfoy

-Quiero ver eso ¨muñequita¨-dijo provocando el pelinegro
Malfoy estaba llegando a su límite de paciencia, se paro tan tranquilo como su enojo se lo hizo posible. Tomo un vaso de zumo y se lo aventó con todo y vaso. Haciendo que este se estrellara en uno de sus brazos.

Después como si fuera un detonante se le echo encima como un animal salvaje. Lo golpeo de tal forma que fue necesaria la intervención de más de un profesor para separarlo del pobre chico que ya estaba por demás inconsciente. Los ojos de Malfoy pasaron de un gris casi azul a uno más obscuro. Lo odiaba, odiaba a ese chico pero sobre todo odiaba a Harry Potter, odiaba a al vejete ese, los odiaba a todos.

-¡Suéltalo de una vez Malfoy! ¿Qué no ves que ya esta inconsciente?-trato de razonar con el chico Remus.

-¡¡¡No lo voy a matar!!!-dijo con una voz por de mas amenazadora. Remus saco su varita y le aplico un hechizo paralizante, lo cual hizo que Malfoy callera de espaldas, dejando libre a su objetivo.

-Remus lleva al joven Weber a la enfermería, joven Malfoy acompáñeme a la dirección por favor- dijo con su característica tranquilidad el director de Hogwarts.

Asi después de que lo liberaran del hechizo Draco se dirigió junto al director a su oficina.

Cuando llego a esta se encontró con algo muy desconcertante. Ahí junto al fénix estaba parado Harry como si nada.

-Seños Malfoy de ahora en adelante, el señor Potter será su examinador. El se encargara de vigilarlo este mes de prueba que tiene para no ser expulsado-dijo sonriente Dumbledore.

Draco quedo por demás sorprendido y ¿ahora qué haría junto a Potter? si cada que lo tenía cerca quería matarlo…
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