Cuando corres por las terrazas, cuando huyes de la policía, de la gente, de tu historia. Cuando huyes constantemente, cuando te persiguen y te disparan, las balas rozan tu cuerpo, los disparos se oyen, los oyes, te estremeces. Sabes que tiran a matar, porque no les importas. Ni a ellos ni a nadie. Eres un fugado, un proscrito de lo sociedad, un desecho inmundo. No sirves para nada ni eres especial para nadie. Ni siquiera te usan para trabajar. Eres demasiado rebelde, demasiado inteligente. No te queremos, queremos ganado dócil al cual utilizar y sobreexplotar.
Pero todo eso no te importa, porque cuando suenan las sirenas todo desaparece. Todos tus compañeros corren contigo. Ves como los matan, sus cuerpos can, sin vida. Sin esperanza. Sus brazos, piernas, sangre, cuerpos, vuelan por el aire antes de caer y pintar todo de rojo. Ya nada existe para tí. Solo existe la huida.
Sigues corriendo, sigues huyendo. Los notas detrás de ti...están al acecho, como perros hambrientos. Visten de negro. Visten de muerte. Entonces llega tu fin. Un disparo. Un dolor fuerte y repentino en el estómago. Las piernas te fallan y caes sin fuerza al suelo. Ves como los rematan, ves a tus compañeros, moribundos, en el suelo, a punto de morir. Un soldado llega a tu lado. Miras a la luna, y sonríes. Todo ha acabado.
---------------------------------------
Menuda mierda de relato que me he colocado XD
Lo siento, no tenía inspiración.