La copa del hombre muerto

OFF ROL: a ver niñas, para que no nos liemos. Todo lo que querais comentar que no sea rol puro o lo poneis entre () o si es largo en el post donde os he colgado la hisotira y las fichas de cada uno.


El sol ascendía por las montañas del territorio de los Exiliados, despertando mil olores en la nariz de Faolan.
Subido a su caballo, observaba con su vista de águila un pequeño valle poblado por un frondoso bosque rodeado de montañas con una casita en el centro de éste.

Su presa andaba cerca, lo intuía, pero también notaba varias auras preocupantes a los alrededores(Todas menos eternia, daros por aludidas).

Una de las auras se encontraba en una casa al otro lado de las montañas, parecía algun tipo de taberna o bar, y el aura era la de una humana con una grán fuerza de voluntad y poder ascendían con cada año de cautiverio(Bella black).

Pero mas peligrosas eran las dos auras vampiras que se acercaban desde direcciones opuestas.

Una de ellas venía en solitario y tenía un fuerte color rojo sangre, el color de la sed(Ireth) y el otro un plateado intenso, seguido por un negro puro, eran los colores de la sangre pura vampira y de los oscuros, respectivamente.

Los dos vampiros se dirigían hacia el pueblo cercano, pero a él no le molestaban. Su encargo estaba a unos tres kilómetros del pueblo en medio de un bosque, su olor estaría oculto.

Faolan chasqueó la lengua y un enorme y peludo ser de dos metros se acercó, oculto entre los árboles.

-Vigila el pueblo-dijo Faolan al ser-solo por si acaso, llevate a Vlad


El ser salió disparado seguido por una figura encapuchada de negro hacia el pueblo.

Entonces Faolan picó a su caballo y se dirigió hacia la casa.

Pasó a toda velocidad esquivando a un hombre anciano que volvía a la casa por un estrecho camino y que saltó fuera de éste ante la proximidad del enorme caballo.


EL cazador saltó del caballo cuando estubo cerca de la casa y se acercó sigilosamente.


El aura de su presa había cambiado de azul claro a naranja, y de este a rojo oscuro, señal de que le había descubierto.

Faolan decidió no perder mas tiempo y corrió hacia la puerta rompiéndola de una patada y entrando con una ballesta cargada apuntando a una niña que tejía junto a una anciana.

-Tus padres me han enviado por ti, no intentes huir o toda la población cercana morirá por tu culpa, acompáñame por las buenas y nadie sufrirá daños alguno.

Mientras pronunciaba estas palabras Faolan se había internado en la mente de la anciana, y la había instado a agarrar a la niña ante el menor atisvo de hostilidad en su aura, y así el poder atraparla....

El rumor del aire era tranquilo y una sombra recorría los bosques a una velocidad vertiginosa, las hojas de otoño, de colores dorados y rojos, apenas crujían bajo sus pisadas, ya estaba muy cerca, la figura paro un momento con un ágil movimiento, se acomodo el vestido de terciopelo negro y miro entre los árboles, otra figura negra se acercaba, al llegar hinco una rodilla en tierra y saludo a la niña.

- Déjate de florituras Sheik, ¿Dime que pasa?.
El sombrío se levanto y retiro su capucha dejando ver unos ojos verdes y un pelo largo y negro que le caía por los hombros.
-Hay un lobo enorme dentro del pueblo quizás por....
La niña le corto.
-Faolan, ¿Que hace en este sitio?- La joven puso mala cara.
-Yo podría...-El sombrío fue cortado de nuevo.
-No... es un suicidio, mandare a otro en tu lugar.
Una mariposa se creo en la mano de la niña y emprendió el vuelo rumbo al pueblo...

Bien, recapitulemos. Llevo días caminando, caminando, y aburriéndome de caminar sin llegar a un solo maldito pueblo. Con lo que, por consiguiente, mi mala hostia se ha visto incrementada el doble. Y buenoooo, ya lo último es lo que más me toca los huevos...

Tengo sed...

Pero no solo sed, sino sed acumulada. Por lo que si unimos esto a mi humor tan alegre y esplendoroso...¿Qué tenemos? ¡Oh! ¡Qué maravilla? Estoy visionando lo que va a quedar del pobre pueblo que aparezca primero ante mis ojos. Huuuy qué lástima, me recordaré a mí mismo hacer eso de...¿cómo era? ah sí, eso de sentir remordimientos y tal...Bueno, ¿con la práctica no?

Kael reprimió una risa amarga por ese último pensamiento, mientras los intensos rayos de sol hacían brillar los cabellos de plata del vampiro, cuya expresión permanecía inescrutable, mientras no dejaba de avanzar, ciego por la sed.

Una leve brisa empezó a levantarse, meciendo su pelo y acariciando su piel gélida. Lo cual le hizo reaccionar de golpe. No por el viento. Sino por el aroma que éste había traído consigo, el aroma no solo de una persona, sino de muchas...

¿Qué significaba esto? Que había un pueblo cerca...

-¿Y cual es entonces la conclusión, señoras y señores?-pronunció Kael en alto, con una voz suave y susurrante. Curvó una siniestra media sonrisa que dejó entrever uno de sus colmillos.-La cena está servida...-añadió, con un inconfundible tono ansioso.

Sin perder más tiempo, Kael hizo gala de su rapidez sobrehumana para llegar a ese pueblo, guiándose por el olor de la sangre. No le costó demasiado llegar. Se trataba de un pequeño pueblo con unas pocas casas, y podía ver unos cuantos humanos por las calles. Su instinto le instó a salir corriendo ya a morder cada garganta que se le cruzara en el camino, pero se paró en seco.

-Joder...-se escondió cerca de una esquina de una casa, asomándose.-Aquí huele a perro sarnoso...-dijo con asco.-Siiiiií, chucho, como te hayas pensado que me vas a fastidiar el banquete la llevas clara.

Justo en ese instante, pasaba una joven cerca de Kael, portando una cesta. Y Kael, al ver su cuello, tan blanco y terso, e incluso pudiendo oir cómo palpitaba la sangre bajo las venas, tan deliciosa y ardiente, no pudo contenerse, y en medio segundo ya se había lanzado contra el cuello de la chica, mordiéndolo bestialmente y a la vez impidiéndola gritar. Bebió de ella hasta desangrarla, y alzó la vista hacia un desafortunado humano que acababa de verle, con toda la barbilla ensangrentada y las pupilas dilatadas al extremo. Tampoco tardó nada en lanzarse a por él.

En menos de cinco minutos Kael ya había montado un caos increíble, con su insaciable e imparable sed de sangre había empezado a meterse en las casas ajenas atacando a los indefensos habitantes que intentaban huir aterrorizados. Ya cuando el revuelo se había vuelto escandaloso, Kael, se metió dentro de una casa donde ya no había nadie, concentrándose en el olor del "perraco", por si tuviera que atacarle por sorpresa.

Ahora empieza lo bueno, señoras y señores..., pensó Kael para sí, esbozando otra de sus malévolas sonrisas

Otra vez le havia tocado ir a "dormir" con ese desgraciado....
Cada dia era lo mismo...se despierta entre barrotes y gente sucia que eran, al igual que ella, esclavas que iban a ser vendidas en las proxima feria de esclavos.
Después de hacer lo que le iban mandando a lo largo del dia, se le onligaba a lavarse, y se la enviaba a la habitación del amo, en donde se pasaba la mitad de la noche.
Ya de madrugada, venian los guardias, despertandola bruscamente, y depende de quienes fueran los que hicieran el turno esa noche, le tocaba distraerlos, y luego la empujaban a la celda, en donde dormia un par de horas mas hasta que la despertaban y volvia a comenzar todo.
Pero mañana se iba a celebrar la feria de esclavos, en donde seria vendida a otro nuevo amo...y ella rezaba porque le tocara un ser bueno y comprensivo...aunque eso nunca sucedia.
Volverian a pujar por ella los pervertidos ricachones...
Y esque ella ya tenia una reputación como "esclava indomable".
Havia estado con mas de 10 amos distintos y todos havian acabado desaciendose de ella.
En fin...eso es lo que queria...
Pero hoy, Kendra estaba mas nerviosa que de costumbre.
Esa noche havia tenido una visión en donde un vampiro de cabellos plateados arrasaba el pueblo...y algo le decia que el momento se acercaba.
Se tocó la daga que mantenia oculta bajo la falda...siempre hacia eso cuando se sentia insegura y nerviosa.
En fin...quizá podria rogarle a ese vampiro que no la matase...si havia comido lo suficiente quizá le perdonaria la vida.
-"Eso no sucederá"-se dijo-"Si el vampiro te quiere matar lo hará".Aunque la verdad...sabia tratar con ellos...ya que havia tenido algun que otro amo vampiro.
"De momento intentaré mantenerme en las sombras...y si puedo escapar...quien sabe....quizá sea esta la oportunidad que he estado esperando"
Pero por el momento, tendria que dirijirse a la habitación del amo....escuchaba sus pensamientos hacerca de ella y de que tardaba demasiado, y era mejor no hacerle enfadar.

-Así, pequeña, y después entrecruzas este hilo con este azul de aquí, y estarás tejiendo el entramado, vale? ^^
-Gracias, Dorivia, sois muy amable. -Sonrió la joven. -Por cierto, esta noche han vuelto... -Comentó.
-¿Cuáles de ellos, cariño? ¿Qué te han dicho?
-Hoy solo el caballero de la armadura y la joven lavandera. El mensaje no ha sido tan exacto como otras veces, estaban algo más inquietos. Pero me han avisado de que algo malo va a pasar. No sé qué es, pero cuando venga, seguro que sabremos afrontarlo. Pase lo que pase, no quiero que sufrais daño alguno, Dorivia, sois los únicos en mi vida que no me habeis rechazado por ser como soy. -El tono seguro de Lilium fue volviéndose nostálgico y despectivo en las últimas palabras.
-No dejes de tejer, tenemos que acabarlo pronto si queremos que mi anciano marido Belth lo venda en la próxima feria de la comarca. Venga, te seguiré ayudando.
Lilium siguió tejiendo, llevaba un buen rato, cuando un mal presagio se adueñó de ella. Antes de poder definir lo que era, la puerta reventó, y tras ella apareció un joven, que decía venir a por ella. "¿Me han mandad buscar? Mierda, debí verlo venir...".
-Está bien, mas dos favores os he de pedir. -Dijo la joven resignada, con su voz tranquila y suave. -Si dejais con vida al matrimonio que me ha cuidado, y dejais que cambie estos trapos de aldeano por mis ropajes originales, os acompañaré sin oponer resistencia.
-No tardes. -Dijo el desconocido.
Lilium, que siempre había sido muy mansa, excepto cuando huyó del castillo para evitar casarse, sabía que era mejor ganarse la confianza de aquél extraño, que faltar a su palabra. Así pues cogió se vistió con su ropa original, guardó en su bolsa de viaje las ropas que los ancianos le habían dado, por si alguna vez las necesitaba, y revisó cuanto dinero tenía aún, suficiente, por cierto, y se puso su capa. Tomó a Aevithian, su espada. Se la enfundó en la espalda, ya que, con el vestido, era harto dificultoso sacarla en combate. Ya dispuesta, colocó sus pertenencias en Fatum, su caballo gris, y avisó a aquél que había ido a buscarla.
-Ya estoy lista, podemos partir. Dorivia, despídase de mi de Belth. Gracias por todo.

Faolan urgó en su bolsa y sacó unas monedas de oro que puso en manos de la anciana.

-Con esto podréis vivir sin trabajar lo poco que os queda, la puerta no debería haberse roto.

Faolan salio fuera y subió a su caballo.

Cuando vió a la niña subir al suyo, portando una enorme espada espoleó su caballo y se dirigió hacia el pueblo.

Dirigió un par de miradas a ala niña, ahora vestida con hermosos vestidos con generoso escote, mas seguía sin expresar ninguna emoción.


EN el pueblo cercano un enorme lobo se dirigió a una casa en la que acababa de entrar el vampiro(Ireth, es la casa donde esta BellaBlack, ok?, ya sabes ejej) mientras que Vladimir esperaba en la puerta del pueblo rechupeteando los cadáveres de las vícitmas del vampiro....

Una rafa de viento llego asta donde estaba Oxidiana apostada, haciendo que su pelo se fuera hacia atrás, el silencioso aire le trajo noticias mudas de lo que sucedía un poco mas abajo.

-Huele a sangre.El sombrío, que se había sentado en el suelo, la miro pero la niña no hizo expresión alguna.
La oscura mariposa le transmitía desde su posición, a través de pensamientos, las imágenes de lo que sucedía, un vampiro sediento había matado a unas cuantas personas, el lobo se dirigía a su posición y otro vampiro, que lo único que inspiraba era lastima y repulsión, lamía los cadáveres dejados por doquier por el otro cazador.
La mariposa se aproximo al suelo y miro al gran lobo que se adentraba en la casa de lo que parecía un granjero adinerado.

-Como no se de cuenta de su presencia lo pillara por detrás, y en callejón sin salida probablemente, solo un recién convertido es tan imprudente, ¿Crees que debería entonar la canción?.
Sheik miro el arcón que Oxidiana llevaba a la espalda.
-Mi dama debería dejar que el tiempo lo solucionase- Respondió con una sonrisa.
-...Quizás, pero si se pone peor tendré que intervenir, demasiados estragos en un día... uff empiezo a tener yo también sed y este olor no ayuda demasiado... joooo- Oxidiana hizo un puchero.

Sin siquiera limpiarse la sangre que caía por su barbilla, Kael se asomó a la ventana de la casa, viendo a aquel desagradable chucho deambulando por las calles. Huy...y ese otro qué...?

Kael se puso a reirse como un loco, viendo cómo aquel vampiro se aprovechaba la sangre de las personas que él mismo había matado. Sin poder evitarla tentación, se asomó a la ventana para dirigirse a él.

-Eres el primer vampiro que conozco que le gusta tomarse la cena fría, ¡enhorabuena chaval!-dicho esto, iba a irse, pero se volvió a asomar con una siniestra sonrisa.-¡¡¡AUUUUU!!!-aulló, cachondeándose, para enseguida salir corriendo hacia otra casa, sin ser visto por nadie debido a su extrema rapidez.

La casa estaba algo oscura, pero Kael podía ver sin problemas. y lo mejor, podía oler sangre cerca... Se relamió los labios con lujuria, mordiéndose levemente el piercing con sensualidad, y se dejó guiar hasta la habitación donde había dos humanos en la cama. Los observó desde fuera, con sus ojos azules entornados y concentrados en sus mentes.

El hombre no despertaba curiosidad alguna en él, era el típico hombre adinerado que solo por eso ya se creía el rey del mundo. Y nada más lejos de la realidad, lo único que controlaba era un par de sirvientes... Ah, y algo más patético aún, no sabía ni controlar a su propia esclava...

Kael miró entonces a la chica, curioso. Desde luego poseía una gran fuerza interior, y también odio, cómo no...Pero esa chica tenía algo que Kael carecía. La esperanza. El vampiro sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos.

Tenía un interesante plan en mente. Ya se había alimentado bastante, así que...

Es la hora de jugar...

Y así, sin más, irrumpió de golpe en la habitación, sobresaltándoles. Kael se quedó un segundo como fingiendo sorpresa, para después esbozar una expresión bien fingida de indignación.

-¡¡¡Kendra!!!-dijo, elevando bastante la voz. Había adivinado su nombre leyendo su mente, claro.-¿Cómo has podido engañarme?

Hizo un tremendo esfuerzo por no reirse y echar a perder el plan. Entonces, vio que el hombre no le quitaba el ojo de encima, como si fuera a levantarse para matarle.

Dios mío, me muero de la risa solo con imaginármelo...

-¿Y tu qué coño miras viejo de mierda? ¿Lo guapo que soy? Lo sé, no hace falta que me lo digas...Y sí, la respuesta es sí, te la he levantado. ¿Ahora por qué no levantas tu culo seboso y vienes fuera a charlar sobre el mal tiempo que hace? Huy no, mejor, ¡te hablaré sobre una dieta para adelgazar!

Usando su agilidad, Kael desapareció de la habitación, y como era de esperar, el hombre se levantó ciego de rabia, para correr afuera tras Kael. Pero nada más traspasar la puerta del dormitorio y dar un par de pasos, Kael lo cazó, agarrándole del cuello con una sola mano, impidiéndole moverse o gritar.

-Ahora mismo, podría hacer que te retorcieras la lengua hasta tragártela, ¿sabes?...Qué lástima, has sido demasiado fácil de atrapar... Tch, por eso digo siempre que las mujeres son más divertidas para jugar...-dibujó una macabra sonrisa, ante la cual el hombre solo pudo estremecerse de terror ante la imagen de aquel sanguinario vampiro que tanto tardaba en matarle.-¿Pues sabes qué te digo?-los ojos de Kael brillaron peligrosamente, haciendo que el hombre le mirara directamente a sus ojos de hielo.-Que hay un perrito muy adorable rondando por la casa que tiene mucha hambre...-en un invisible movimiento, Kael usó sus dos dagas para cortar las articulaciones del hombre de encima de los tobillos, para así impedirle andar. Le agarró del cuello de nuevo.-Y como tu sangre huele peor que la leche podrida, a mí no me serviría ni de abono para el jardín...-dicho esto, Kael abrió la puerta y lanzó al hombre fuera, a disposición del perro, por si le apetecía.

Y ahora lo divertido...

No tenía mucho tiempo, si el perrito se entretenía con el cebo, bien, pero sino podría aguarle la diversión...

No tuvo más que seguir el olor de la sangre para acorralar a la muchacha esclava en la habitación. La miró, notándola nerviosa, por supuesto... Fue acercándose a ella lentamente, para, en un solo segundo, utilizar su agilidad para darle un lametón a su cuello sin morderlo y volver a estar en el sitio de antes. La miró, cada vez más exaltado. Dios, eso era lo que más le gustaba, no había nada el el mundo que le provocara más morbo que aquello... Se volvió a relamer.

-Hueles muy dulce...-susurró, en su oído, rozándolo con los colmillos y de nuevo, separándose de ella a una velocidad sobrehumana. Aspiró con fuerza el aroma, embriagándose una nueva vez, pero a la vez notando que el lobo se estaba acercando...-Es una lástima que no pueda quedarme a cenar...-dijo, con voz suave.-Aunque antes de irme me gustaría tomarme un aperitivo...

De nuevo, apareció en el aire frente a la chica, acorralándola contra la pared sujetando sus brazos. Sin poderse contener, le mordió simplemente el labio inferior, del cual brotó un fino hilillo de sangre. Kael repasó la herida con sus labios y lengua, como quien dice besándola pero sin ser consciente de ello, únicamente concentrado en esa sangre tan dulce y ardiente. Pero no tardó en separarse, mirándola brevemente a los ojos.

-Deliciosa.-susurró simplemente, para volver a marcharse a otra de las casas vacías, esquivando a ese molesto lobo.

No podia creerse lo que acababa de suceder.
Hacia apenas unos minutos estaba en la cama con su amo, y ahora ante ella, veia la puerta abierta del dormitorio...puerta que para ella significaba libertad.
-"No puedo quedarme aquí pensando...debo actuar rapido"-pensó-"De lo contrario, los guardias vendrán y volveré a estar prisionera".
Pero tampoco podia irse sin mas...en el sotano, cautivas, havian como una dozena de personas...las tenia que liberar...
Ya no era pr el echo de poder darles la libertad...era porque algo que havia escuchado de el vampiro de pelo plateado la inquietaba.
¿Lobo?
Ni hablar...ella no iva a ser la cena de ese animal en caso de que aun siguiese aí y ya hubiese acabado con su antiguo amo.
Aunque sonara malvado, si los demás salian antes, habia posibilidades de que el lobo (y los guardias que estaban en la taverna de enfrente mientras el amo estaba ocupado) persiguiesen a los demás, y así lla tendria via libre.
No le gustaba tener que hacerlo, y deseaba de todo corazón que toda la gente lograra escapar, pero desde luego ella aun no queria morir.
No sin conozer las cosas buenas de la vida.
Se encaminó hacia el sotano, coguiendo por el camino, el acha de la chimenea de la cocina (estaba aí para que no se oxidara en el patio).
Una vez frente la puerta, la derribó a hachazos.
La gente, asustada, se pegó a la pared del fondo.
-¡¡Deprisa!!-les chilló-¡¡Hay que huir!!
La gente no se izo de rogar dos veces ni pidió explicaciones...salieron todas las personas corriendo en tropel y marchandose a la calle.
Mas al pasar por su lado, una señora mayor que namás servia ya de cocinera y poco mas, le dijo:
-Que Dios te vendiga chiquilla.
Eso la hizo sentir terriblemente mal.
-¡¡Espere!!
La anciana la miró.
-Debe saber que por lo que e escuchado hay un lobo peligroso fuera...ande con cuidado.-Muchas gracias...esta pobre anciana intentará llegar sana y salva a algún lugar.
Por cierto...tienes sangre en el labio chiquilla.
La anciana se fué.
Pero Kendra aun se quedó unos instantes parada saboreandola sangre que ese vampiro le havia provocado.
De no ser por el lobo que rondaba por la ciudad, la hubiese matado, de eso no tenia duda...mas en su corazón no havia odio...y no havia temos alguno...para ella, ese vampiro habia sido su salvador.
¿Adonde se diriguiria ahora?
¿De que huia?
¿Quien era?
Le asaltó la vaga impresión de que tarde o temprano se lo volveria a encontrar.
Por el momento, se limpió la sangre con una de sus mangas (aunque la herida era tan pequeña que apenas sangraba ya) y se dirigió hacia la calle, con cautela.
La ciudad estaba inmersa en un inquietante silencio.
-Esto no presaguia nada bueno-murmuró.
"Si, vale, ya e salido ¿Y ahora que?"-pensó.
No tenia nigun sitio al que regresar...no conocia a sus padres (la vendieron cuando era muy joven y no los recuerda) y no conoze lugares mas allá de los mercados de esclavos y de las casas de sus amos.
Pero no le importó...seguro que tarde o temprano llegaba a algun sitio.
De momento necesitaba un mapa o alguien que la sacara de ese pueblo...
Comenzó a caminar refugiandose en las sombras de la noche y atenta a los ruidos de su alrededor con su daga en la mano...

Al poco tiempo Faolan y Lillum llegaron al pueblo... para verlo asolado.

Faolan llegó a tiempo para ver al lobo corriendo tras una sombra y a Vladimir encarando a una chiquilla que portaba un hacha.

Como unica amenaza el cazador chasqueó la lengua y el vampiro retrocedió asustado.

Faolan se acercó a la chica del hacha.

-Niña, vete de aquí, si lo deseas puedes acompañarnos fuera del pueblo, estarás segura, pero luego tendrás que irte sola

Dicho esto silvó y el lobo(que husmeaba en vusca de cierto vampiro lascibo) volvió con ellos.

Sin esperar la reacción de la chica del hacha, Faolan siguió hacia la salida del pueblo, empuñando una ballesta... con puntas de plata...

Lilium siguió al joven sin mediar palabra. Iba en silencio sobre su caballo. Pudo ver una chavala que intentaba, con un hacha, hacerle frente a lo que parecía un vampiro... aunque muy deteriorado. Miró a la chica, y una serie de sensaciones la recorrieron a la vez. Pudo apreciar el olor a sangre, por sus pupilas pasaron las imágenes de ojos verdes, y una sensación de sorpresa mezclada con alegría, la recorrió. Se alejó un poco de su "captor" y, espoleando el caballo, corrió, sin decir nada a nadie, hasta donde estaba la chiquilla del hacha, y le dijo.
-Tendrás un reencuentro. -Y es que, aunque era una chica de pocas palabras, le era dificil callarse cuando tenía premoniciones. No sabía quién sería aquella persona a la que vería de nuevo la joven del hacha, no sabía si era mujer, hombre, sombrío, elfo... solo sabía que volverían a encontrarse, y así se lo comunicó. Después, se limitó a volver hacia donde el que la había capturado la miraba, montado a caballo, con su ballesta en ristre, ya que se había detenido a contemplar qué hacía el objeto de su misión. Lilium le devolvió una tranquila mirada gris cuando se puso a su altura, y, viendo que tenía el arma en mano, decidió desenvainar a Aevithian ella también.

La mariposa había seguido todos los movimientos del vampiro que había atacado el pueblo siempre escondida en la oscuridad invisible, a unos cuantos metros de allí entre la maleza Oxidiana reía divertida.

-Ese joven esta loco, pero no esta mal su forma desarraiga-La gente corría de un lado a otro-Menuda catástrofe-

En ese momento apareció Faolan poniendo un poco de orden entre sus sirvientes, salio del pueblo seguido de su lobo, el vampiro, una muchacha y lo que parecía una joven noble que aparentaba poco más que ella misma. En ese momento el cazador hizo un movimiento con la mano apenas perceptible, la mariposa se partió en dos mitades y la vampira perdió la comunicación y gano un pequeño dolor de cabeza.

Oxidiana se tubo que sentar, pero para sorpresa del sombrío se empezó a reír.

-Eso a sido bueno.
-¿Viene?-Pregunto el sirviente acercándose a ella para ver como estaba.
-No, es una buena noticia después de todo- la niña miro a Sheik-¿y bueno?, ¿a que esperas para buscarle antes de que se marche?.
Sheik desapareció de allí y reapareció en el pueblo justo al lado del vampiro de pelo plateado que había causado tal follón.
-Mi dama quiere veros, ¿aceptáis la invitación?.

Se estaba cagando en aquel asqueroso chucho y en los mil demonios, dioooooooos, se había quedado con las ganas con esa muchacha, su sangre le había sabido tan caliente y tentadora... Encima el haber jugado con ella aunque fuera un instante había hecho que se le hiciera deseable sin remedio.

-Es que me cago en el perro de los cojones...-escupió, mientras observaba el exterior, con curiosidad, pues un par de personas acababan de llegar a las calles de lo que ahora era, un pueblo casi desierto. Kael entornó los ojos, viendo a su particular tentación del día huir de la casa portando un hacha. Y al ver que aquel extraño vampiro, extraño, no, carroñero... iba a por la chiquilla...

Huuuuuuuuy, eso sí que no cabronazo, la comida no se roba, y menos entre compañeros...

Iba a salir disparado a encarar a ese vampiro, cuando éste retrocedió solo, y Kael se fijó en que seguía las órdenes de ese humano montado a caballo... Entonces escuchó un silbido, y acto seguido, el lobo salió de la otra casa, para ir hacia el hombre.

-¿Pero esto qué coño es?-se le escapó decir en alto, sin dar crédito a sus ojos.

Ah, ¿y encima se llevaban a la chica no?

Sí claro, y yo soy vegetariano...

Sin pensarlo dos veces, salió de la casa, presentándose ante todos aquellos que estuvieran en la calle. Se acercó mediante lentos pasos, echando miradas de asco a ese lobo sarnoso que le había jodido la comida y también dirigiéndole una mirada al otro vampiro que claramente decía "eres patético chaval". Y finalmente, sus ojos se posaron en la chica de antes.

-Bonitas mascotas...-dijo con sarcasmo.-Un perro pulgoso y una sanguijuela carroñera... Vaya, deberías llevarlos al mercadillo, igual te sacas una buena tajada...-le dedicó una media sonrisa a la muchacha.-En fin...-esta vez miró directamente al humano.-Oh, por dios, ¿donde está mi educación? Mi nombre es Kael. Pido disculpas si el revuelo causado os ha molestado, simplemente estaba...-miró a la muchacha de nuevo.-Procurándome una buena cena...

Jodida por ese perro de mierda... Menuda bazofia, ahora estos imbéciles se llevarán a la cría y me quedaré sin postre...

Había algo en ese humano que no le gustaba nada, no sabía si era por el olor de su sangre (que no se le hacía apetecible en absoluto) o por las vibraciones que le causaba, pero algo le decía que sería mejor seguir cada uno por su lado sin conflictos.

-Bien pues, ¿supongo que aquí cada uno se larga por su lado y todos felices tralarí tralará no?-inclinó la cabeza en señal de despedida.-Kendra...-susurró con picardía, mirando a la muchacha con los ojos brillantes, recordando en su mente el juego de antes.-Encantado...

Pero justo enese mismo instante apareció un tipo de pelo negro a su lado, hablándole al humano montado a caballo. Kael ni siquiera había intentado leer una sola mente de los presentes. En sí, ya empezaba a aburrirse...

-Vale, si nadie quiere un autógrafo, yo me abro.-declaró, con un obvio tono aburrido.

"Menudo dia mas extraño" -iba pensando Kendra mientras seguia al ser que hacia nada la havia salvado de ser la cena de un vampiro (ya iban dos veces que se la intentaban cenar hoy).
Ese ser (Kendra no podia deducir exactamente si era humano, vampiro o que..., puesto que iba medio tapado con una capa negra y con una armadura, y lo poco de la cara que se le veia por culpa de su pelo negro, era on ojo frio y carente de emocion), le havia dicho que si queria les podia seguir hasta las afueras del pueblo, a el, y a su extraño sequito, formado por un sirviente extraño, un lobo (¿Seria este el lobo que havia auyentado a su vampiro salvador?) y una chica a caballo.
Despés tendria que apañarse sola en las afueras, a oscuras, y sin saber a donde ir, ni que dirección tomar.
"Mejor eso que nada"-suspiró.
La chica que iba a caballo, de repente se acercó a ella, tan de golpe que Kendra (que estaba sumida en sus pensamientos) hasta se sobresaltó, y le dijo que tendria un reencuentro...luego volvió hacia delante, con el otro tipo misterioso.
"¿Un reencuentro?"-pensó...¿Con quien?
¿Con algun antiguo amo quizá?...Esperaba que no...¿algun amigo?...no recordaba a ninguno...¿Quizá con su vampiro salvador?...No deseaba volver a encontrarse con el...¿No?
"Vale....supongo que namás quiero darle las gracias...aunque se me haya intentado zampar, me a salvado..."
Si, devia ser solo eso...
De repente notó una sensación extraña...como una corriente electrica que la recorrió de arriba a abajo.
Se giró a mirar en la dirección de la que le venia esa sensación y vió aparecer al vampiro de antes, el cual se acercó lentamente y los fué mirando a todos, uno a uno, para acabar posando sus ojos sobre ella.
Después de presentarse ante aquel humano y hablar de algo de mascotas y mercadillo, Kendra, que se havia quedado embobada mirando a Kael, su vampiro salvador, despertó de la ensoñación...no era bueno embobarse con alguien que piensa que eres su postre.
Pudo notar que a Kael, no le agradava para nada el extraño...cabezilla de grupo, por así decirlo...
Luego, Kael, despidiendose, se volvió a girar hacia ella, pronunciando su nombre con picardia.
A Kendra, la volvió a sacudir esa sensación electrica...
"Bueno, vale ya..."-pensó ella. Sabia de antemano las dotes de seduccion vampiricas, puesto que havia vivido con algunos, pero por lo general, nunca le funcionaban tan bien como las empleadas por ese tipo...¿Estaria devilitandose? ¿Seria por el echo de crecer, que ahora le afectara mas?
Por alguna misteriosa razón, se alegraba de haberse encontrado de nuevo con Kael...casi deseaba irse con el y ser ese postre que el queria...pero aun no queria morir, desde luego.
Podia leer en la mente del vampiro los recuerdos de su encuentro de antes, haciendo que por un instante, se sonrojara.
-Encantado-dijo Kael, a lo que ella, tontamente iba a responder con un timido "igualmente", pero entonces, en escena, apareció otro tipo de pelo negro, que desvió la atención de Kael de ella.
Y tras unos instantes, el vampiro parecia que se iba a largar...parecia aburrido.
-¡¡Espera!!-le gritó ella caminando hacia el.
"Mierda...si esque soy idiota...¿y que se supone que le digo ahora?"-Am....yo...esto...encantada-dijo frente al otro vampiro, mirando al suelo con nerviosismo.
-Gracias por liberarme...aunque tu intención fuera mas bien usarme de postre.
Le hizo una rapida reverencia y se alejó, sin apartar la mirada de el.
Le gustaria irse con ese vampiro..pero desde luego, no iba a cometer semejante imprudeza...no queria morir...de momento.

Sheik puso los ojos en blanco, no sabia como su Dama se interesaba por tal jovencito alocado, dejo que la chica expresara su gratitud hacia su salvador y continuo con la combersacion girandose hacia Kael.

- Mi Dama no desea hablar con el cazador "en este momento"-dijo resaltando lo ultimo y haciendo una reberencia al nombrado-si no con vos, si aceptais...- miro a Kael serio quizas asi no tendria que repetir lo anterior.

Aquel vampiro era un imprudente por dirigirse a uno de los cazadores mas temidos de aquellas tierras, se quedo alli un momento mas esperando la reaccion del joven, si no respondia se iria como habia llegado.

Alzó una ceja, obviamente divertido cuando la muchacha se adelantó para responderle, con un tono bastante nervioso. Mirándole a los ojos brevemente, entró en su mente, donde pudo leer abiertamente que la muchacha estaba considerando marcharse con él. Aunque al oir aquello del "postre", Kael frunció el entrecejo, para luego sonreir. Vayaaa, había subestimado a la chiquilla...

¿Me lees el pensamiento verdad ricura? pensó con intensidad, para que Kendra pudiera captarlo sin esfuerzo. Sinceramente, ha sido un encuentro divertido... sonrió seductoramente. Pero no temas, puedes marcharte tranquila. No voy a matarte...por ahora... Pues ya sabes, si haces esperar a algo que deseas...la satisfacción es aún mayor al conseguirlo... se mordió en piercing lujuriosamente.

Entonces Kael rompió el contacto visual para dirigirse al tipo de pelo negro.

-Ah joder, haber dicho antes que me hablabas a mí, no estaba prestándote una mierda de atención.-arqueó las cejas, curioso. Entró un segundo en su mente, pudiendo ver así a su "dama", que resultaba ser simplemente una niña de aspecto angelical y a la vez siniestro... A Kael le resultó una vampira interesante, no había conocido antes a ningún vampiro con apariencia tan joven...

Se guardó aquel dato sobre el "cazador". ¿Entonces era peligroso...? Bueno, por algo no le había causado buenas vibraciones... En fin, pero eso no era asunto suyo. Miró al sombrío.

-Acepto. Llevádme con vuestra dama...-respondió simplemente, volviendo a estar aburrido.

Supongo que esto es una despedida... pensó de nuevo con intensidad, mirando a la joven. A más ver criatura... Le guiñó un ojo pícaramente, para luego mirar al sombrío con intención de seguirle, aunque sabía perfectamente a dónde iban al haber leído su mente.

Faolán siguió adelante ignorando al vampiro, pero al oir el comentario del sombrío se giró y pulsó con un chasquido el gatillo de la ballesta, que esputó una flecha directa a la mano del sombrío.

El joven ser se retorció de dolor, con la mano atravesada por el virote.

-Decidle a vuestra dama, si a uno de esos repugnantes seres se les puede llamar así; que si no tiene un encargo, mejor no se acerque si no quiere tener una de esas en el corazón- dijo señalando el virote

Dicho esto pasó al lado de Kendra y la aupó detrás suya con su brazo derecho, dejando ver así una mano enfundada en un guante negro.

Cuando estaban a unos pocos kilómetros del pueblo, un negro cuervo se posó en el lomo del enorme caballo de Faolan, graznando.

Faolan asintió y el cuervo se fué.

-Mucho me temo, señorita- anunció dirigiéndose a Lillum- que no sois mi única presa hoy

Acto seguido Kendra sintió un deseo irreprimible de seguir con el grupo a cualquier precio(habilidad de Faolan de controlar a las personas) y no separarse de ellos en un buen período de tiempo.



El grupo acampó en un llano, el lobo y el vampiro desaparecieron(patrullan) y Faolan se sentó bajo un arbol sin dirigir palabra a ninguna de sus dos compañeras, cerró los ojos, y pareció que dormía...

Huy qué mala hostia... pensó Kael, reprimiendo una risa al ver cómo el cazador disparaba al sombrío sin previo aviso.

-Vaya, ¿es esa tu particular manera de saludar?-soltó Kael, fingiendo curiosidad. El olor de la sangre volvió a sacudir a Kael, quien sacudió la cabeza molesto. Sin esperar siquiera a que se hubieran ido, se acercó al sombrío y cogió su mano herida, para entonces partir la flecha y sacársela.

Cogió ambas puntas, y mirando a los presentes con todo el descaro del mundo, chupó ambas puntas de la flecha de manera muy sexy, dejando que se viera su lengua y esbozando una expresión de siniestro placer. Se relamió con gusto.

La tuya sabía mucho mejor... pensó, cuando ya se iban, mirando a la nuca de Kendra con una sonrisa.

Se giró al sombrío.

-Emmm...¿estás bien y eso?-no sabía muy bien qué demonios decirle.-¿Quién coño es ese tío?-preguntó, sin siquiera dejarle responder.-Pero bueno, basta de hablar, qué cotorras estáis todos hoy, llévame con la señorita esa y ya la acosaré a preguntas...Y por dios, tápate esa herida a no ser que quieras que te la arranque y beba de ella como si se tratara de una cantimplora...-Kael suspiró.-Bueno qué, ¿vamos?

"Maldito Kael"-pensaba Kendra enfurruñada sentada con la espalda apoyada en un arbol.
"Hay que reconocer que es terriblemente sexi"
Aunque as le valia no pensar nada parecido si se volvia a cruzar con el.
Por otro lado, le abia agradado que el descubriera su facultad de leer la mente...por alguna razón, eso le parecia como mas..."intimo".
Sea como sea, ese tipo es una mala pieza asi que me autoprohibo pensar en el-murmuró.
Se dedicó a mirar a los demás...por un lado estaba la extraña chica de las premoniciones, y por otro el "cazador".
Por el momento nadie habia echo acción de echarla, y ella se sentia segura en su compañia...la verdad, esque deseaba quedarse con ellos, porque sentia que si se quedaba sola y perdida, acabaria irremediablemente corriendo a buscar al otro vampiro.
Se acercó al cazador...aunque le daba un poco de miedo, decidió tragarselo (si fuera un mal tipo no se hubiese molestado en sacarla del pueblo) y se sentó a su lado, pero no dijo nada.
Solo se encogió y se abrazó las rodillas, contemplando las estrellas en silencio.

Faolán olió a la chica que se sentaba a su lado, pero no se movió nada.

Proyectó sus pensamientos hacia el enorme lobo para que solo él los oyera y este salió de detrás de los árboles, para volver a meterse automáticamente.

Solo que esta vez no fué un lobo lo que salió de detrás de arbol... Sino un chico de piel cafe clara con ojos castaños oscuros y pelo rubio que miraba con una gran sonrisa a la chica que se había sentado al lado de Faolan.

El chico solo llevaba una especie de toga por debajo del ombligo que se sujetaba, pues le iba grande y se le caía.

Se sentó feliz cerca de Kendra y sonrió aun mas, con una cara de buena persona que no podía resistir.

Kendra se sorprendió al ver que no decía nada, pero derepente oyó una voz en su cabeza.

-Hola, niña, me llamo Five ^^ y tu? Faolan me ha mandado porque dice que tienes frío, este Faolan, siempre pensando en los demás- el chico-lobo parecía ansioso de charlar, aunque no parecía saber usar las cuerdas vocales para comunicarse...

Kenra se quedó un momento desconcertada mirando al chico-lobo que se sentaba al lado de ella hablandole por la mente.
-Encantada Five-le sonró Kendra-La verdad esque si que tenia un poco de frio...-dijo algo avergonzada mirando sus rotas ropas de esclava.
La verdad, esque con el chico-lobo, habia venido también una tranquilidad que hacia mucho que no sentia.
Se acercó un poco mas a el.
Después dirigiendose a Faolan, murmuró "Gracias".
-Oye...-le dijo a Five, onriendole (la verdad, le havia caido muy bien el chico-lobo con su calida sonrisa)-¿Que tal es eso de ser un lobo?

Tras todo el berenjenal del pueblo, salieron de este, llevando su captor (del que aún no sabía el nombre, ni le interesaba) a la muchacha del hacha. Aquél vampiro del pueblo era el ser de su premonición. Lilium suspiró. Cuando pararon, se fue al árbol más alejado del cazador, de la chica del hacha y de un muchacho que se había sentado junto a ellos. Contempló cómo el vampiro que los acompañaba vagaba de aquí para allá. Pronto, quedó sumida en sus pensamientos, y se quedó dormida arrebujada en la gruesa capa que la cubría.

Sheik se desgarro un trozo de su capa y se la agarro a la mano ensangrentada, apretando para que la hemorragia se cortara la cara que puso el vampiro no le gusto nada.

-No te preocupes, la sangre de un Sombrío huele mucho menos que la de un humano, justo para evitar que nuestros señores nos maten...- Especificó mientras se encaminaba hacia el bosque.

Después de un momento estaban donde se encontraba la vampira que se entretenía con un colgante de una rosa negra que llevaba al cuello.

-Haaaa¡¡¡ por fin- dijo levantándose del suelo-dime Sheik ¿paso algo?.
El sombrío solo agacho la cabeza:
-Faolan os envía sus mas desagradables saludos, y considera que vuestros títulos son una vergüenza.
La niña rió:
-Será mejor no discutir sobre quién es que....Pero no es todo.
Cogió la mano de su siervo y miro el virote que sostenía aun el vampiro.
-Maldito sea, ¿por que no lo esquivaste?.
El sombrío se cubrió de nuevo la mano. La niña miro al vampiro que había traído Sheik, parecía estar aburriéndose.
-Perdona, tenia que ocuparme de esto antes, me llamo Oxidiana ¿y tu eres...?.

Mientras Five hablaba animadamente con Kendra y se regocijaba de estar en su forma humana, Vlad se acercó a la niña extraña que se había sentado lo más lejos posible y comenzó a olisquear a su alrededor, mirándola con sus grandes ojos rojos.

Al ver que la chica no le hacía caso se acuclilló frente a ella y comenzó a rebuscar en sus bolsillos.
Al poco rato sacó una rosa roja algo aplastada, a la que le quedaban pocos pétalos y se la dejó delante. La chica olía parecido al amo, y podía hablar con las presencias que siempre le atormentaban y no le dejaban dormir en paz.

Así estubo esperando el vampiro, y esperaría el tiempo que hiciera falta.


En el otro árbol Faolan se levantó y se dirigió hacia el centro del pradito. Cuando estubo en el centro se agachó y pulsó un aparatito pequeño y plateado, que hizo una llama que se quedó flotando en el centro del claro, agrandandose hasta formar una fogata.

"-Estate atento a los sonidos"-habló en la mente del chico-lobo

Este sin inmutarse siguió hablando con Kendra, pero le había comprendido.


-Y dime, ¿Cómo es la tierra de la que vienes?¿Y tus padres?¿Tenías un gato de pequeña?Yo odio los gatos¿Y gallinas?...-La tanda de preguntas de Five apenas podía ser respondida por los rapidos pensamientos de Kendra, menos aún por su lengua...

Al llegar a su destino, Kael se quedó mirando a la niña vampira con gesto curioso. Parecía tan frágil... Como si se tratara de una doncella de cristal. Los oyó hablar entre sí, pero no les hizo caso, se quedó mirando el pelo de la niña con cara de admiración. Así que cuando ella se dirigió a Kael, éste no estaba muy seguro de haber entendido la pregunta, aunque respondió de todas maneras.

-Huy sí, me parece tooooooodo estupendo... Yo soy Kael.-sin más, se acercó a la vampira y le cogió un mechón de pelo, tocándolo con cuidado.-Bonito pelo...-dijo con una sonrisa divertida.-Pero bueno, ya basta de parlotear, mucho blablabla pero no llegamos a lo importante... ¿de qué quieres hablar conmigo niña?

Kael se quedó mirándola fijamente a los ojos, pero sin entrar en su mente, en espera de una respuesta.